sábado, 13 de febrero de 2016

Willson

Febrero ha llegado con nieve y con una bonita historia:


Mañana del domingo después de carnaval, el equipo Robomarqués acude al taller de robótica para continuar con su proyecto. La noche había dejado nieve por las calles de Cuéllar. 

                                

Unai, un joven de 14 años aficionado a la robótica, decide hacer una bola de nieve en su camino a la actividad. 




Una vez allí, sus compañeros creen que es la oportunidad perfecta para construir un muñeco de nieve y se ponen a ello. Con piedras, frutos silvestres (atrampaculos), un trapo viejo, ramitas y hojas, nace Willson. 




                                                                                

Todo era perfecto, la gente que pasaba no podía dejar de sonreír, Willson era fruto de alegría y de gozo, increíble para ser solo un muñeco de nieve. A las pocas horas de ser creado, la vida siguió su curso y el sol nos quitó a nuestro amigo. Nuestros intentos de salvarle fueron en vano, sus últimos instantes los pasó en un bote de galletitas saladas donde lo pusimos para poder conservarle... Y aunque ahora solo es agua siempre estará en nuestros corazones. 

Esto va por ti, Willson.